Vieja Viola cuento de Raúl Mamone

 

Vieja Viola cuento de Raúl Mamone

Mi vieja viola (H. Correa) Guitarra y Arreglos Guillermo Alcañiz canta Raúl Mamone del próximo cd. Vivir en Tango

Auspicia Cuenta Tangos de Piantaos por el Tango X Festival Internacional de Tango de Benidorm 4,5,6,7, y 8 de Mayo de 2022 https://www.ataquetango.com/festival-benidorm/ataquetango@gmail.com Consultas e inscripciones al 0034 676150404

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Vieja Viola (cuento) Raúl Mamone
En mi casa paterna, o materna según se mire, no entraba el tango.
Porque era música triste decían mis viejos… por eso solo se escuchaba música italiana en la radio Italianísimo, o la hora Italiana, canzonetas, tarantelas… Nicola Di Bari… Rita Pavone… y poco mas… 
Mi vieja cantaba sus canciones del popolo, de la Calabria,  en el piletón del fondo donde  lavaba a mano la ropa…

Esas canciones eran tan triste y nostálgicas como el tango… y en la voz de mi vieja se sentían mas tristes todavía como un raro lamento, como un grito desesperado, pero que se yo… 

Un día, mi viejo me agarro para bailar en el patio, éramos  tres varones y yo era el más gurrumin con diferencia y tenía solo un disco que el cuidaba como si fuera Mozart  o Chopin pero era de Enrique Rodriguez,  la orquesta de todos los ritmos como le decían…allí en el wincofon desgranaban foxtrot, pasodobles, rancheras alguna rumba y un solo tango me quedé asombrado por ese ritmo escuchando La Cumparsita, que el viejo bailaba sencillito, Sería una señal?.

Ese mismo año vino a vivir en una piecita del fondo, que era como un trastero, un galpón, (ayude y vi como lo arreglaban y lo ponían decente)  el Tío Miguel (el atorrante, como decía mi viejo) primo hermano de mi madre, parece que la mujer con la que vivía lo dejo en Pampa y La vía, en la yeca, si hasta la lata de aceite se llevó como dice la milonga y entro en la mala.

Entonces cada tarde, empezó a emanar un ruido extraño, y a escucharse una música que no entendía, la curiosidad de niño me carcomía por dentro, trataba de averiguar que era todo eso,  detrás de la planta de granadas, que solía subirme para espiar, pero no podía ver bien,  hasta pensé que estaba poseído el tío, porque cantaba cosas que no se entendían, en un idioma raro, 
y mi vieja me decía no te acerques a la piecita del fondo, y trata de hablar lo justo con el Tío Miguel no es buena su influencia para el vos, decían mis viejos, pero la intriga seguía,

El cuándo se iba por las noches, lo espiaba, salía con una caja marrón alargada, atada con una soga blanca, que  yo me imaginaba era un gánster y ahí llevaba una ametralladora, tipo Elliot  Nes o Al Capone, como veía en la tele, y así todas las noches,

cuando se iba cerraba la puerta con un candado y el misterio hacía crecer mi imaginación de niño, que debajo de las sabanas construía un mundo de ilusiones y canciones…

Una de esas tardes salió y se olvidó de poner el candado, y yo ni lerdo ni perezoso,  entre y el asombro se apodero de mí y ahí vi la caja marrón arriba del ropero, atada con la soga blanca, también algunas fotos de chicas, ejem, en pelotas, bah, que colgaban de un almanaque enorme de un taller mecánico de a la vuelta, nunca entendí porque?, pero bueno, no nos desviemos , que esa es otra historia que ya se la contaré,

Entonces me subí a la mesa y no llegaba claro, soy bajito ahora, imagínense de pequeño y puse también una silla, con mucho cuidado igualmente se tambaleaba,  casi me vengo abajo… agarre la caja marrón atada con una soga blanca, como pude, era enorme,  la baje despacito… la puse sobre la mesa y la desate no sin mucho esfuerzo y ante mi asombro, apareció eso que tanta imaginación despertó en el niño que fui, brillaba con una luz tentadora se reflejaban  sus cuerdas, la acaricié, la olí, la abrace,
De pronto entro el Tío Miguel Me descubrió el y sonrió,

-Que haces acá?
-ehh nada ti…tío
-te gusta?
-si tío si mucho

con una sonrisa grande de complicidad y lejos de enojarse, me dijo que bueno cuando quieras  te enseño a tocarla, y lo abrace
con fuerza.

 -bueno ahora dámela, que tengo que salir

la guardo cuidadosamente nuevamente en la caja marrón atada con una soga blanca y se fue a tocar esa Vieja Viola, su vieja guitarra por las calles del sur…

Un día no lo vi más...desapareció, nunca supe porque? 

Llevándose aquella VIEJA VIOLA y mis sueños de cantor…